Salir a la cancha para dar todo por tu equipo, tu camiseta o por tu país. Representarlo en cualquier escenario siempre es motivo de orgullo. Sin embargo, correr a ciegas, nadar sin manos, jugar basquetbol sin piernas, a la mayoría de la gente le parecería imposible. No obstante hay personas que a pesar de la adversidad han tenido que convertir la diferencia en virtud.

Es así que los atletas paralímpicos entregan todo el corazón para buscar la meta. Son atletas en toda la extensión de la palabra. Se han esforzado durante muchos tiempo para poder competir. Primero contra ellos mismos, después contra los estigmas sociales y por último contra los rivales. Son seres extraordinarios que buscan trascender en su pasión y en su esfuerzo. Dejar una clara huella de su fuerza y voluntad.