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  • Foto del escritorChristian Misael Palma Montaño

Es para mí muy emocionante ver que la película en la que tuve la oportunidad de hacer mi primer trabajo como cinefotógrafo, en 2019, ha tenido un exitoso camino por festivales como el Roxbury International film festival; el Dances with films y el Maui film festival y que ahora por fin va estrenarse en cines. Primero lo hará en varias ciudades como Boston, Miami, New York, Santa Barbara, Los Ángeles y Tucson, Arizona.

A toda mi familia y amig@s que viven en USA, les paso las fechas y cines donde se proyectará en la Unión Americana para que vayan y puedan ver ese gran trabajo de la directora Anike Tourse, y de todo el equipo que tuvimos la suerte de trabajar con ella.


It is very exciting for me to see that the film on which I had the opportunity to do my first job as a cinematographer, in 2018, has had a successful journey through festivals such as the Roxbury International film festival; the Dances with films and the Maui film festival and now finally to be released in theaters. First it will be released in several cities such as Boston, Miami, New York, Santa Barbara, Los Angeles and Tucson, Arizona.


To all my family and friends I am passing on the dates and theaters where it will be screened in the U.S. so you can go and see this great work of Director Anike Tourse, and all the team that we were lucky enough to work with her.




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  • Foto del escritorChristian Misael Palma Montaño
La historia de un periódico, como la de un buen libro, se convierte en parte de la vida de aquellos que lo siguen. Las páginas desgastadas, las portadas que marcan momentos importantes y los artículos que llegan a las manos con el aroma distintivo de la tinta impresa, todos estos elementos son lo que hacen que el diario impreso sea más que solo un medio de comunicación. Es una ventana al mundo, una conexión con el pasado y, para muchos, un amigo cercano.

Portada número 1 del Diario Deportivo Récord. Tuve la gran dicha de que el nuevo periódico, que nacía el 8 de mayo de 2002, llevará en la tapa una foto que tomé en el estadio Morelos, de Michoacán, en un juego entre Atletico Morelia vs América.


El primer número, con esa portada que se diseñó con tanto cuidado, aún vive en mi memoria con una intensidad única. Era el inicio de algo grande. Aquellos momentos en la sala de redacción, a lado de grandes periodistas deportivos que llegaron de diversos medios: Alejandro Gómez, Víctor Edú, Pedro Iván Quintana, Iván Pirrón, Alejandro Asmitia, Gustavo Borges, grandes mujeres que comenzaban su carrera en el periodismo deportivo como Diana Pérez, Katya López, Marimar Salinas, y en el departamento de fotografía donde formamos un gran equipo fundador con Juan Manuel Villaseñor, Luis Enrique Olivares, Alejandro Meléndez, Pablo Esparza y un servidor. En las oficinas de periférico sur se discutían titulares, diseños y se maquetaban páginas; eran como una coreografía de creatividad y pasión periodística.

Hoy, mientras observamos el lento pero inexorable declive de los diarios impresos, la nostalgia se revive en aquellos de nosotros que hemos tenido el privilegio de ser parte de esa era dorada. Como miembro del equipo fundador del periódico, puedo atestiguar que cada día que vivimos ahí fue una aventura fantástica.

El diario impreso no solo era un trabajo para nosotros; era un testigo de eventos históricos, un cronista deportivo único de una época. Recuerdo los Juegos Panamericanos en la República Dominicana, donde pude cubrir mis primeros eventos deportivos importantes. Fue una experiencia que me dio la confianza y las habilidades necesarias para enfrentar desafíos aún mayores que después vendrían, como la cobertura de la Copa del Mundo en Alemania en 2006 y los Juegos Olímpicos en Beijing en 2008. Yo sabía, cada fotografía capturada, era un pedazo de la historia que estábamos contando al mundo.

Durante los Juegos Panamericanos de San Domingo, en República Dominicana alcancé mi primer récord personal: logré que mis fotografías se publicaran en once portadas consecutivas del diario, que en ese momento era el periódico deportivo más importante en México.


A medida que avanzamos en el tiempo, no podemos evitar mirar hacia atrás con nostalgia y reflexionar sobre lo que estamos perdiendo. El diario impreso no solo representa información, representa una sensación tangible de comunidad, una experiencia compartida por lectores y periodistas por igual. Es un vínculo que une a generaciones, con abuelos y nietos compartiendo historias y conocimientos a través de sus páginas.


El periódico impreso tuvo una grande ventana para mostrar nuestro trabajo fotográfico: Imágenes Récord. Se publicaban a plana entera las mejores fotos deportivas de la semana.


El fin de la época impresa del periódico no es solo la despedida de un medio; es la despedida de una era. Es un recordatorio de que, en este mundo cada vez más digital, perdemos algo de la esencia de la vida. La tecnología nos ha dado comodidad y velocidad, pero también nos ha robado la pausa reflexiva que solíamos encontrar al leer el periódico en la mañana con una taza de café.

A medida que enfrentamos este adiós a una era que tanto amamos, debemos encontrar consuelo en la idea de que el periodismo, la narración de historias, no está destinado a desaparecer. Aunque la forma de entregar las noticias pueda cambiar, la necesidad de contar las historias que dan forma a nuestro mundo es eterna.

El diario impreso vivirá en la memoria de aquellos que lo amaron y lo cuidaron, y aunque pueda desaparecer de los estantes de las tiendas, nunca desaparecerá de nuestros corazones. Cada página escrita, cada portada diseñada, sigue siendo un testimonio de una época dorada del periodismo. Y mientras avanzamos hacia un futuro incierto, llevamos con nosotros el legado de ese diario impreso que fue más que solo palabras y fotos, fue una parte esencial de nuestras vidas.


Algunas de las portadas que fueron diseñadas con fotografías que tuve la dicha de poder capturar. Por cierto la portada del ángel no fue hecha con Dron, sino desde helicóptero, (en junio de 2004 aún no conocía esa extraordinaria herramienta). La última portada de la lista es la última portada que se imprimió del periódico.






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  • Foto del escritorChristian Misael Palma Montaño

Hace años, cuando comencé mi carrera como fotoperiodista, nunca imaginé que estaría siendo reconocido por un trabajo en el que me tocó estar como director de una mini serie documental galardonada con el Premio Nacional de Periodismo.




Con todo el nuevo orden que trajo la pandemia, mi carácter de trabajador freelance, como el de muchas personas, se volvió más complejo en los medios de comunicación en los que colaboraba. Entonces decidí que si no hay espacios, hay que hacerlos. Y con esa consigna empezamos a buscar nuevas rutas y formas de contar nuestras historias. Es así que poco a poco y de la mano de grandes cómplices y amigxs hemos ido creando nuestros espacios.


Este premio no es solo un reconocimiento a nuestro trabajo, es un tributo a un viaje que hemos recorrido juntxs, lleno de momentos inolvidables. Gracias Vanessa Job, Angel Barba, Erick Díaz, David Lopezarce, Kattya Gutiérrez, Ignacio Rodríguez Reyna, Sebastián Palma, Juan José Mendoza, Ana Leyva, Francisco Gómez, Alan Vijay Palma por poner todo su empeño en este lindo proyecto.




Desde los primeros días de rodaje de "Caminos de inclusión" disfrutamos tanto en ir en busca de nuestros personajes: Tolo, Flavia, Tino, Pedro, Irene, Inés, etc. Viajamos por carretera a Oaxaca capital después a Zipolite y de ahí a San Cristobal de las Casas en Chiapas para terminar en Acapulco, Guerrero. Cada kilómetro lo sufrimos pero a la vez lo disfrutamos a montones.


A lo largo de los años he sido testigo de la increíble capacidad del periodismo y del documentalismo para dar voz a las historias que necesitan ser contadas. Cada fotografía, relato, entrevista, es una oportunidad para aprender, crecer y, lo más importante, compartir las experiencias de personas excepcionales que luchan por la justicia social, o en este caso por un mundo más incluyente.

En esta mini serie documental, quisimos abordar temas complejos de personas con discapacidad y teníamos la misión de compartir historias personales que tocaran los corazones de muchas personas. Cada episodio, encuadre, línea de diálogo es el resultado de un esfuerzo colectivo asombroso y amoroso.

Quiero expresar mi profunda gratitud a todo el equipo detrás de esta serie, desde guionistas y productores hasta el equipo de edición y postproducción. Cada uno contribuyó con su talento y dedicación inquebrantable.

A las personas que compartieron sus historias con nosotros, quiero decirles que abrirnos su casa y su corazón fueron fundamentales. Gracias infinitas por permitirnos contar sus experiencias de una manera auténtica y respetuosa.

Hoy, este premio es un testimonio de nuestro compromiso compartido con un trabajo de calidad y la promoción de un mundo más inclusivo.

Este premio es un hito en nuestro viaje, pero también es un recordatorio de que aún hay muchas historias por contar y desafíos por abordar. Vanos a seguir trabajando juntos para hacer lo que amamos con una fuerza positiva en la sociedad y para contribuir, desde lo que nos apasiona, para procurar un mundo más sensible, empático y mejor. Y, que tiemblen las montañas, de ser necesario.




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