Toda historia tiene un comienzo. La mía, como fotógrafo, comenzó en las aulas del CCH Naucalpan, en el contexto del zapatismo y su lucha por la reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas.
Parece muy lejano ese 1ero de enero de 1994, pero para muchos de mi generación lo tenemos muy presente por que marcó una ruptura del status quo que imperaba y oprimía a la sociedad mexicana de finales de siglo XX.
Nosotrxs, la generación zapatista, fuimos testigxs y en muchos casos nos hicimos cómplices de una rebelión que se gestó en los intestinos más recónditos de pobreza y olvido desde la época del México pos revolucionario: Chiapas.
El día en que el gobierno mexicano anunciaba la entrada en vigor el tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá, ese mismo instante el EZLN tomaba por asalto varias cabeceras municipales del estado chiapaneco.
Las portadas de los periódicos eran frecuentemente imágenes provenientes del estado en rebelión. Fotografías de Pedro Valtierra, Ángeles Torrejón, Marco Antonio Cruz, Antonio Turok, Araceli Herrera y tantxs más fotoperiodistas formaron la narrativa visual de mi pasión: la fotografía.
Al zapatismo tengo mucho que agradecerle, sobretodo el transmitirnos la filosofía de: “Para nosotrxs, nada, para todxs todo” ó “Luchar por un mundo donde quepan muchos mundos”.
Yo no puedo pensarme ahora sin esas bases en el trabajo que realizo hoy. El zapatismo es algo que me atravesó y que definió mi pasión por contar historias que necesitan ser vistas y escuchadas.
Este 2024, aniversario 30 del levantamiento armado del zapatismo yo cumplo 25 años utilizando mi cámara como herramienta de trabajo para contar lo que mis ojos ven y mi corazón siente.
Sirva esta pequeña galería de fotos que tomé a principios del 2014 ( en el aniversario 20) como un homenaje a las comunidades indígenas que resisten, a lxs defensores de derechos humanos, zapatistas y periodistas que han sido asesinadxs por malos gobiernos, a la generación de jóvenes que crecimos bajo sus postulados, y a la pasión que me despertaron ese 1ero de enero de 1994 para levantar mi arma y salir a la calle para contribuir con mis disparos a visualizar una sociedad mejor.
Imágenes tomadas desde las Montañas del Sureste Mexicano.
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